Escribe: UMBERTO SENEGAL
Algo insólito, pero reconocible, sucede en ciertos sectores de Colombia cuando un reconocido ultraderechista chileno entra al país, sin inconvenientes, invitado con provechosos honorarios para impartir nociones de su pestilente doctrina sociopolítica, de marcados rasgos nazis, en una universidad militar colombiana, mientras que a un miembro argentino del dicasterio, de la Curia Romana, se le niega el ingreso, objetando que su pasaporte estaba vencido y que faltó al respeto a las autoridades migratorias.
Dicasterio es un concepto genérico que engloba organismos de apoyan al papa en el ejercicio de su ministerio. Con funciones ejecutivas y judiciales. Desarrolla tareas de promoción y estudio. Alexis López, el primero, es el nazi teorizante de la revolución molecular disipada. El segundo, Juan Grabois, es miembro del dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral y ambiental del Vaticano.
Respaldado por el papa Francisco. Promueve la agenda Tierra, Techo y Trabajo. Fundaciones humanitarias de orientación social del Vaticano como Popolorum Progressio, enfocado en América Latina; y Juan Pablo II, en el Sahel, trabajan bajo el área del dicasterio. Uno de los integrantes de la delegación con la cual viajaba Grabois, comentó que todos los miembros de la comisión fueron admitidos con idénticos documentos. Iguales cartas de invitación y en el mismo vuelo. Con el fin de entorpecer el trabajo de veeduría internacional y del resguardo de la vida que vienen a cumplir 22 personas de heterogéneas organizaciones sociales argentinas, y una estadounidense, excluyeron a Juan, sin darle explicaciones legítimas. Y reafirmándole que Colombia es soberana y determina quién entra y quién no, lo condujeron a otra dependencia.
Juan recibió “agresiones físicas, registradas por numerosos testigos y cámaras de seguridad”. Atribuyó su expulsión del territorio, porque el gobierno colombiano lo considera “riesgo para la seguridad de estado”. Al nazi, arquetipo de persona para la actual seguridad del estado, no lo consideraron igual. Según procedimientos migratorios vigentes, los argentinos de estados del Mercosur y países asociados, pueden viajar y salir del país por vía aérea, terrestre, marítima o fluvial, con el pasaporte nacional o con el DNI digital, en formato tarjeta.
Fuentes oficiales de la Dirección Nacional de Migraciones, confirmaron que Grabois utilizó su DNI para viajar al exterior. Dicha credencial vence en 2034. Sí podía ingresar a Colombia, pero alertaron contra este por manifestado que vendría a Colombia para servir como escudo humano. “A marchar como cualquier colombiano y poner el cuerpo en las protestas sociales”. Al dicasterio, le competen entre otros, los asuntos pertinentes con víctimas de conflictos armados, encarcelados y víctimas de toda forma de tortura. A este gobierno, le sirve más la monserga nazi, que un auditor de violaciones de derechos humanos en el marco de las protestas sociales.
Fuente: DIARIO LA CRÓNICA DEL QUINDÍO (CON EL CONSENTIMIENTO DEL AUTOR DE LA CRÓNICA)
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